Esta generación fue el resultado de la crisis petrolera de 1973, por lo que las marcas automotrices tenian que buscar las alternativas necesarias para desarrollar vehículos con bajo consumo de combustible.
El Ford Mustang cambió y se convirtió en el Mustang II basado en el Ford Pinto, un modelo más pequeño y menos consumidor con motor de 4, 6 y 8 cilindros. El sacrificio hecho en la reducción en el tamaño del motor así como del automóvil en sí se compensó con interiores más lujosos. En 1976 aparece el Cobra II, con el propósito de recordar la fama de los Mustangs Shelby. Un año después, Ford, en un intento de atraer a los fanáticos del convertible, ofrece un nuevo paquete de coches deportivos de cuatro velocidades y transmisión manual. El nuevo modelo King Cobra es el primer Mustang en usar la insignia "5.0" en el año 1978.
Durante la década de los sesenta, los fabricantes siempre estuvieron a la caza de soluciones para lograr el mínimo consumo de combustible y es así como se comenzó a trabajar con materiales como plástico, aluminio y defensas de uretano.
Los interiores, modelos y acabados estéticos variaron de país a país.
En nuestro país solo se ofreció la opción V-8 5.0L como el motor principal de la gama, además que se vendió la versión Mach1 y Cobra II